Empezamos con el tratamiento de las enfermedades reumáticas, trastornos del aparato locomotor y del tejido conectivo, que pueden estar relacionadas por el desgaste del mismo o originadas por alteraciones del sistema inmunológico. Algunos ejemplos de ellas son: artritis reumatoide, artrosis, osteoporosis, espondilitis anquilosante, fibromialgia, lupus, gota...Estas son algunas, pero existen más de 200 enfermedades reumatológicas y en España afectan a uno de cada cuatro adultos, aunque pueden afectar a cualquier rango de edad, desde niños hasta ancianos.
Son una de las principales causas de incapacidad en nuestra sociedad, y de las que más deterioran la calidad de vida de las personas.
Los síntomas que suelen aparecer en estas enfermedades del aparato locomotor son dolor, rigidez, inflamación, limitación del movimiento y deformidad. Mientras que las enfermedades autoinmunes sistémicas pueden afectar a cualquier órgano del cuerpo.
La fisioterapia en reumatología está indicada para el alivio de los síntomas que provocan. Incluso en ocasiones se podría llegar a ralentizar su avance y mejorar la calidad de vida, con pautas de ejercicios adecuadas, para fortalecer la musculatura y favorecer la movilidad.
Vamos ahora con la fisioterapia traumatológica, que está orientada al tratamiento de las lesiones del sistema musculoesquelético, óseo y ligamentoso, como por ejemplo: tendinitis, esguinces, contracturas, roturas fibrilares, fracturas óseas, postcirugías...